El Abisinio es otra de las razas que acaba con el mito del gato egoísta e independiente. Este felino se convierte en la mascota ideal pues en él encontramos lo mejor de los mininos- limpieza, educación y sutileza- junto con lo que se espera de un perro: demanda de cariño, necesidad de atención y de juegos constantes. Hasta el ser humano más insensible sería incapaz de pasar de largo ante la mirada profunda y expresiva de un animal que maullará dulcemente para conseguir un acercamiento. Si logra su objetivo ya no habrá vuelta atrás; el Abisinio es un conquistador nato que sabe muy bien cómo llevarnos a su terreno.
De una inteligencia y sensibilidad sin igual, acepta como un reto divertido su educación y acompaña a su amo en sus estados de ánimo. Si recibe el cariño y la atención suficiente se convertirá en un compañero de lo más alegre y divertido y conseguirá arrancarnos una carcajada mientras se mueve al son de la música o adopta una postura imposible cuando investiga objetos extraños.
HISTORIA DE LA RAZA
Por lo que se refiere al origen del Abisinio se siguen defendiendo teorías de lo más contradictorias. Dado su parecido con los felinos que aparecen en los antiguos murales egipcios, hay quien sitúa su procedencia en esta civilización e incluso se apunta a que se trataría del mismo gato que acompañó a Nefertiti y a Tutankamon en su viaje al más allá. Otra hipótesis que se baraja es su posible origen asiático, basada, entre otras cosas, en las peculiares características de su manto; cada uno de los pelos del Abisinio presenta varias bandas de color, lo que se denomina ticking, peculiaridad que sólo posee otra raza asiática, el Singapur. Sin embargo, la explicación más plausible es la que sitúa el nacimiento de esta raza en Etiopía. Así, el ancestro de los Abisinios sería un gato llamado «Zula» que llegó a Inglaterra en 1868 al término de una campaña militar desplegada en Abisinia —actual Etiopía— de la mano de la esposa del capitán Barret Lennard. A partir de «Zula» se siguen dos posibles líneas que llevarían al Abisinio actual. Por un lado, se pensó que el ticking que hacía tan especial a este ejemplar podría provenir del gato salvaje de África Felis libyca y, por otro, se cree que este pelaje tan característico sería la consecuencia de una selección realizada en Gran Bretaña a partir de gatos tabby de pelo corto. Sea como sea, lo que sí se sabe con certeza es que la raza se mejoró y se fijó en Inglaterra.

Su presentación en sociedad se produjo en 1871 durante una exposición en el Crystal Palace de Londres pero habría que esperar hasta 1882 para que se reconociera oficialmente como raza. El juez Harrison Weir fue el encargado de elaborar su estándar.
En el año 1900 a punto estuvo esta raza de cambiar su nombre por el de bunny cat (gato conejo) dado el color tan especial de su capa; incluso, hoy en día, una de sus variedades conserva la denominación «liebre». Su expansión en Estados Unidos empezó en 1909 donde alcanza un gran éxito gracias al trabajo de un reputado criador, Tord Svenson. En 1917 el Abisinio fue reconocido por la CFA mientras que la Federación Felina Francesa lo haría en 1929. A partir de 1930 esta raza disfrutó de una gran aceptación tanto en Europa como en América. El libro de orígenes inglés registra más de una treintena de ejemplares y se importan a Estados Unidos individuos de calidad con los que se inician los programas de crianza, base de los actuales. Durante la Segunda Guerra Mundial buena parte de la población de Abisinios se vio diezmada hasta casi la mitad pues muchos ejemplares murieron de hambre y desnutrición.
La raza volvió a resurgir tras la contienda pero en 1960 y 1970 dos grandes epidemias de leucemia felina provocaron que el número de ejemplares se redujera al mínimo.
Superada esta enfermedad, los criadores más entusiastas reanudaron su trabajo de selección y crearon al Abisinio actual, mucho más elegante que el de finales del siglo XIX.
Tras tantas vicisitudes, a partir de los años 80 la raza fue ganando popularidad paulatinamente. En España, los primeros Abisinios aparecen en exposiciones entre 1985 y 1990 procedentes de Francia. Ya a principios de los 90 comienzan a exponerse ejemplares nacidos en nuestro país de la mano de Victoria Soria, fundadora del Club Español del Abisinio y Somalí, y del señor Arenas.
En la actualidad el Abisinio es una de las razas de pelo corto más conocidas y su población aumenta tanto en Europa como en Estados Unidos. Es más, continúa evolucionando tanto en lo que respecta al pelaje, que adquiere nuevos colores (fawn, azul crema, silver,…) como en lo que se refiere a la morfología de su cabeza, cuyas líneas deben ser suaves y armoniosas.

ESBELTO Y ESTILIZADO
La raza Abisinia está muy fijada tras más de un siglo de selección si bien las federaciones internacionales tienen estándares propios con pequeñas variaciones. Lo primero que destaca en estos ejemplares es su parecido con el gato egipcio de las representaciones de la diosa Bastet, hija de Ra. Gracias a su pelo corto, es fácil apreciar su figura estilizada, esbelta, atlética y musculosa. De complexión proporcionada, cabeza y cuerpo respetan la talla media y se encuentra a medio camino entre el tipo europeo y el oriental; es un gato ágil y con una musculatura desarrollada y bien delineada. Las patas, proporcionadas con el cuerpo, son altas y finas pero fuertes con pies pequeños y ovalados. La cola, larga y delgada, es más ancha en la base.
Junto con el particular colorido de su capa, destaca su cabeza armoniosa y de líneas suaves. La forma de la cara tiende a ser triangular pero no demasiado con una nariz, un mentón y un stop medianos. Precisamente es en la cabeza donde los criterios de selección difieren puesto que los Abisinios ingleses son de tipo más oriental, con líneas más alargadas que las de los estadounidenses, que tienen una cabeza más redondeada y son más compactos. Sin embargo, en la Europa continental están presentes ambos tipos.
Las orejas, bien separadas, son grandes y anchas en la base con una pequeña mata de pelos en la punta lo que le confiere un cierto parecido con el lince aunque esta característica no se da en todas las variedades. Los ojos son ligeramente almendrados y el color de las pupilas puede ser ámbar, amarillo o verde si bien en Estados Unidos sólo se aceptan los dos últimos. La tonalidad tiene que ser pura, intensa y nítida y los párpados deben estar ribeteados por una orla negra.
UN MANTO EXCLUSIVO
El pelaje del Abisinio es tupido, fino y corto aunque no en exceso, de manera que cada pelo pueda mostrar el característico ticking (punteado). Este efecto visual se produce por la presencia de dos o tres bandas de color alternas a lo largo de cada pelo y con la punta más oscura.
El ticking se muestra en la mayor parte del cuerpo pero no debe darse en los pelos de las «partes declives» (gorguera, vientre e interior de las patas). Estos poseen una pigmentación homogénea que se corresponde con la tonalidad clara de los pelos con ticking. Por su parte, el mentón tiende a ser blanco. El responsable de esta característica tan especial es el gen Ta (T por tabby y a por Abisinio) y es casi exclusivo del Abisinio puesto que sólo se encuentra en la variante de pelo largo, el Somalí, y en el Singapur.
La calidad del ticking es muy importante y debe poder apreciarse a distancia. No es deseable que se produzca una desigualdad en las bandas ya que esto se traduce en zonas más claras o más oscuras dentro de la capa. Si las bandas oscuras son muy dominantes el ejemplar parecerá marrón o negro y no se apreciará el contraste con la espalda y los costados.
VARIEDADES
Los diferentes tipos reconocidos del Abisinio vienen determinados por los colores del ticking del pelaje.
Abisinio liebre o salvaje
Esta es la variedad de origen, denominada ruddy por la CFA, cuyo pelaje tiene el aspecto del de la liebre. Por este motivo, en Gran Bretaña las primeras denominaciones de esta raza fueron «gato liebre» y «gato conejo».
El color del conjunto del manto es marrón intenso; las bandas oscuras del ticking deben ser de color marrón oscuro o negras y, las bandas claras, naranja oscuro al igual que las zonas declives. Se permite una zona más oscura en la columna vertebral siempre y cuando el ticking esté bien presente. El metatarso de las patas posteriores a de ser negro al igual que la punta de la cola y las almohadillas. La nariz, de color rojo ladrillo, está ribeteada en negro.
Abisinio sorrel
La CFA denomina red a esta variedad cuyos primeros ejemplares fueron descritos en 1887. El color del pelaje es cobre rojizo; las zonas oscuras del ticking van del chocolate al rojo pardo mientras que las claras y las partes declives presentan un tono albaricoque oscuro. Las almohadillas son rosas, al igual que la nariz que ha de estar ribeteada de rojo marrón. Genéticamente el Abisinio sorrel no debe ser considerado rojizo puesto que el gen de esta variedad no se corresponde con el del pelaje de los gatos pelirrojos o color crema.
Abisinio azul
Creada en Gran Bretaña, se trata de la variedad más reciente y menos extendida que surge de una variación genética del Abisinio liebre. El conjunto del pelaje es azul grisáceo intenso. Las zonas oscuras del ticking muestran un color azul grisáceo acero mientras que las claras y las partes declives debe ser de un tono crema suave o beige. Las almohadillas presentan un color azul grisáceo mientras que la nariz puede ser azul grisáceo o rojo ladrillo ribeteada de azul grisáceo.
Abisinio fawn
En este caso la variedad procede de una dilución genética del sorrel. El aspecto del conjunto del pelaje es beige con un ticking crema oscuro intenso en las zonas oscuras y crema suave en las zonas claras y en las partes declives.
El rosa es el color de las almohadillas y de la nariz, que puede estar ribeteada de rosa desvaído.
Abisinio silver, rojo y tortuga
Los primeros Abisinios ya mostraban el carácter silver como prueba un famoso campeón inglés que nació en 1905. Sin embargo, este gen se perdió por lo que su recuperación se produjo recurriendo a la sangre de gatos de tipo oriental. A través de este procedimiento se crearon las variedades rojo y tortuga. En el silver se dan todos los colores de base.
También son reconocidas las variedades crema, azul crema, concha de chocolate, lilac crema, tortuga sorrel y fawn crema.
ACTIVO, ALEGRE Y SENSIBLE
El Abisinio es un gato muy sensible e inteligente que percibe al momento el estado de ánimo de su dueño así como cualquier novedad que pueda surgir en su entorno.
Odia la soledad pero si cuenta con la compañía habitual de su amo su alegría será desbordante. Además, le encanta recibir cariño por lo que no dudará en saltar sobre el regazo de los humanos y solicitar sus caricias.
Es un curioso incorregible por lo que cuando no esté recibiendo mimos se dedicará a investigar cada rincón de su entorno si bien necesita que se le proporcionen suficientes diversiones puesto que le encanta jugar y adora los retos. Su gran capacidad de aprendizaje puede ser aprovechada para enseñarle a hacer cosas; una actividad que el minino agradecerá al compartir tiempo con su amo en lo que él considerará como un juego. Al ser tan activo, es muy dado a trepar por los muebles por lo que es conveniente que pueda distraerse con accesorios para gatos que le mantengan ocupado. Siempre conservando la independencia característica de los gatos, el Abisinio mantiene un fuerte lazo emocional con los que le rodean si bien ante extraños se mostrará reservado y mantendrá las distancias; atención a los niños, pues no soporta demasiado bien sus travesuras. Es muy exigente con respecto a la atención que recibe de su dueño pero a la vez es muy agradecido y en sus mejores momentos demostrará una simpatía y una viveza sin igual. Puede adaptarse perfectamente a la vida en un piso pero es preciso que se le proporcionen medios para que se desfogue; es más, si no está motivado buscará estímulos externos y tenderá a la fuga o se convertirá en un animal apático e insociable.
Su maullido es muy discreto y la fecundidad de la raza es muy escasa, con un promedio de tres crías por camada. Tarda bastante en alcanzar su aspecto definitivo pues las crías nacen sin ticking y son prácticamente bicolores; los pelos de su manto son oscuros en la parte superior y claros en las partes declives. Hacia la sexta semana comienza a aparecer el ticking aunque muchas veces el color definitivo no se alcanzará hasta el año o el año y medio.
CUIDADOS
Es muy importante que el gato Abisinio reciba una alimentación acorde con su derroche energético. Las dietas ricas en legumbres y carnes blancas son ideales para estos felinos aunque una buena opción son los preparados comerciales de primera calidad. Aún así, no hay que olvidar consultar al especialista para que el animal se desarrolle correctamente puesto que cualquier carencia se traducirá, casi de inmediato, en desórdenes nutricionales con serias repercusiones para su salud. Gracias a su corto pelaje, no son necesarios los cepillados diarios y bastará con uno semanal para que su bello manto esté brillante y suave.
DEFECTOS
Las características que se penalizan en los concursos son un color de ojos mezclado, la ausencia de la línea de pigmentación alrededor de los ojos, el aspecto demasiado corpulento y los ojos redondos. También descalifica el que el blanco del mentón se extienda demasiado, un medallón blanco, un collar cerrado, rayas en las cuatro patas y un mal ticking.
Texto: Patricia Lozano.