Considerado como un tesoro nacional en su tierra, estos gatos son muy inteligentes, enormemente adaptables, amantes y juguetones, lo que les convierte en una buena opción para familias con niños. Fieles, cariñosos pero, sobre todo, muy activos, conseguirán escalar a los lugares más insospechados de la casa pues les encanta trepar a lo más alto sin poner en peligro nuestras posesiones que sorteará con un cuidado asombroso. Tiene un carácter fuerte y arrogante por lo que no soportará una educación agresiva; se le debe tratar con cariño, hablarle con palabras suaves y dedicándole muchas caricias.
Su inteligencia le permite reconocer algunas palabras y aprender juegos que deberán permitirles liberar su exceso de energía y sus instintos cazadores.
Es un animal muy cariñoso con su dueño y, como prefiere vivir con un único humano, tendrá a una persona favorita dentro de la familia a quien seguirá por todas partes ofreciéndole continuas muestras de afecto.
No siempre acepta a otros congéneres, pero sí es muy paciente con los niños.

Normalmente, será el primero en dar la bienvenida a los visitantes y cualquier nuevo detalle en la casa será para él todo un mundo nuevo por descubrir.
Es todo un manipulador que siempre conseguirá de su amo lo que quiere utilizando todas sus armas, incluso las vocales, con multitud de registros.
En contrapartida, se hace difícil exhibirles en exposiciones pues no soportan el ruido, las luces, los olores extraños, el movimiento, los viajes y, en especial, estar encerrados en una pequeña jaula puesto que les encanta sentirse libres en la comodidad de su hogar.
Dada su escasez y lo poco que les gusta moverse, es difícil verlos en concursos por lo que los jueces no tienen demasiada práctica a la hora de juzgarlos. Los aficionados a esta raza consideran que debería tenerse más en cuenta dadas las increíbles capacidades que posee.
Las hembras tienen celos durante tres o cuatro veces al año y no son escandalosos. El parto, si la madre se encuentra sana y ha recibido una adecuada alimentación durante el embarazo, será rápido y sin complicaciones.

Los cachorros pesan al nacer entre 80 y 120 gramos; las hembras, generalmente, serán las más pequeñas.
En unas dos semanas abrirán los ojos y se mostrarán como gatitos muy despiertos aunque desde sus primeras horas tienen una increíble vitalidad. Antes de un mes tratarán de escapar del lugar que comparten con su madre y hermanitos y, cuando se les permita salir, no tardarán mucho en recorrer cada rincón para satisfacer su infinita curiosidad.
Las hembras, excelentes madres, saben destetar a sus cachorros de forma gradual.