La piel y el pelaje del los gatos

El pelaje y la piel protegen el cuerpo de las influencias externas como el calor y el frío, golpes, sustancias químicas, parásitos y gérmenes patógenos, siendo este uno de los órganos de mayor tamaño del organismo. La piel ejerce una función aislante, impidiendo las pérdidas de calor interno. Los gatos al igual que los perros y a diferencia de los humanos carecen de glándulas sudoríparas para la regulación térmica, de tal manera que cuando la temperatura ambiental es alta ellos jadean para evaporar el agua, a cuyo efecto respiran por la boca a un elevado ritmo.

Mientras que en el perro el jadeo se constituye en un medio eficaz para restablecer el equilibrio térmico, en el gato no es suficiente, por lo que este debe además ceder calor eliminando agua con un flujo salivar mayor. Ahora bien, ellos poseen unas pocas glándulas sudoríparas en la piel de los pulpejos o almohadillas que no sirven para regulación térmica, pero que hacen que sus manos y patas se tornen húmedas cuando están asustados, cosa que se observa cuando el médico veterinario los examina en la mesa de consulta.

En la piel del gato existen glándulas sebáceas, las cuales producen una secreción grasa, que recubre el pelo como una película rechazando el agua y prestando al pelo sano su típico brillo y sedosidad. En la barbilla, en las sienes y en el maslo o tronco de la cola poseen unas glándulas especiales, que producen unas sustancias olorosas (feromonas), destinadas a marcar territorio o a señalar si en dicho sitio han sentido placer o temor cuando el gato frota su cuerpo en los objetos o lugares, dejando señales personales para el reconocimiento de sus congéneres.

LOS GATOS POSEEN TRES CLASES DE PELOS

1) de cobertura, los cuales brotan de cada uno de los folículos pilosos y constituyen la fuerte capa de cobertura, 2) lanosos, se ubican por debajo de la capa de cobertura, son finos y rizados y 3) los bastos que son gruesos y cerdosos, crecen en manojos a partir de un folículo.

En cuanto a los pelajes existen muchos tipos de texturas y aún más en diversidad de colores y diseños. Existen ciertas diferencias de acuerdo a las razas, como por ejemplo: el manto del Persa es largo y grueso, pero suave y fino al tacto; el Maine Coon posee un pelaje semilargo con acabado que le aísla del agua; los pelajes tipo tipped (manchados) tienen un manto interno de pelos lanosos o pelusa de color pálido con un acabado coloreado en los extremos de cada pelo; el Abisinio es un ejemplo de pelaje semigrueso;
el Siamés posee el dibujo del pelaje de tipo himalayo en el cual posee una coloración más oscura limitada a los extremos de las orejas, cara, extremidades y cola; el Devon Rex pertenece a la variedad de pelaje ondulado y rizado, con escaso manto interno.

Los gatos, además, poseen pelos táctiles en la cara (bigotes) y en la porción dorsal de las patas delanteras. En la base de los folículos de los pelos táctiles existen órganos para el tacto, que reaccionan a estímulos de contacto, ayudando a la orientación del gato y a la captura de las presas, también en el resto de la capa de pelaje existen órganos táctiles semejantes.

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