Los gatos son muy independientes y curiosos. Además, en la medida en la que nuestra mascota va creciendo, va aumentando su necesidad de salir a la calle. Lo ideal sería que nuestro felino no saliera de casa y si lo hiciera fuera bajo nuestra supervisión.
Los peligros más frecuentes a los que se somete nuestra mascota cuando sale del hogar son los siguientes:
ACCIDENTES
Un gato casero, en sus primeras incursiones, tiene pocas habilidades de supervivencia, y las posibilidades de tener algún incidente son elevadas. Es muy probable, que en sus primeras salidas se encuentre alguna carretera que cruzar, dónde puede ser atropellado. También puede toparse con alguna trampa o puede ser atacado por algún perro. Otros accidentes, pueden suceder al cruzar de un tejado a otro, o al subirse a una valla. También pueden comer comida envenenada o quedarse encerrados en algún lugar.
CONTAGIO DE ENFERMEDADES
La posibilidad de contraer enfermedades contagiosas es muy frecuente en un gato que callejea mucho. Cuando una gata está en celo, las peleas entre los felinos para conseguir a la hembra son muy habituales. Las heridas que surgen de estas riñas provocan graves infecciones y contagio de enfermedades.
POSIBILIDAD DE TENER CAMADAS NO DESEADAS
Cuando una gata está en celo, tendrá una necesidad imperiosa de salir de casa para aparearse con otros gatos.
De hecho, las posibilidades de que regrese embarazada si consigue salir del hogar son altísimas. Es por ello, que es fundamental evitar las salidas cuando nuestra mascota está en este estado.
Por otro lado, hay que tener muy en cuenta, que los gatos que nacen de una camada no deseada, tienen muchas posibilidades de vivir una vida desafortunada.
La mayoría de los expertos aconsejan la castración como el mejor remedio a las salidas de nuestro animal.
La necesidad de salir del hogar disminuye notablemente cuando nuestro gato este castrado.