Son muchas las ventajas que tiene elegir a un gato como animal de compañía, pero también tiene desventajas. Por ello, antes de decidir debemos responder honestamente a una serie de preguntas, porque son más importantes de lo que parece al principio.
No elijas un gato…
• si sólo consideras su belleza y no su comportamiento.
• si no vas a prestarle la atención sanitaria imprescindible.
• si te gusta imponer tu criterio a pies juntillas, ya que no se someterá como un perro.
• si quieres un animal que te reciba dando saltos y moviendo la cola, ya que el gato saldrá a saludarte, pero sus modales son exquisitos, incluso cuando se trata de expresar la felicidad de volver a verte.
• si no te gusta ver a los animales encima de los sofás, camas, estanterías, etc., ya que impedir que un gato acceda a estos sitios requiere mucho esfuerzo si no lo encerramos.
• si vives en un apartamento y no vas a proteger las ventanas; los gatos se caen desde las alturas por falta de previsión.
• si eres contrario a la castración de los animales y no soportas los comportamientos relacionados con la reproducción propios de esta especie, maullidos de las gatas y potencial marcaje de los machos.
• si quieres tener libre de pelos tu ropa, ya que por mucho que te esfuerces siempre habrá alguno difícil de quitar.
• si te desagrada la limpieza periódica de la bandeja de arena para mantenerla en perfecto estado higiénico.
• si no estás dispuesto a que pase horas durmiendo encima de ti.
• si no vas a aprender a cortarle las uñas y te desesperas porque la tela de los sofás (y posiblemente alguna más) se deteriore por ellas.
• si lo que realmente deseas es otro animal, pero no lo puedes atender como merece y crees que el gato no requiere atención alguna.
Si después de hacerte todas estas preguntas ¿aún sigues pensando que un gato como animal de compañía se adapta a tu vida? Entonces, ¡adelante! No te arrepentirás de la decisión que tomaste.
Tengo una gata de dos años blanca como la nieve y con los ojos azules. Y es el animalito más listo que he conocido. Se llama Anabel y es abisinia.
Antes, tuve un gatito que fue diagnosticado de un linfoma en el estómago a los cinco años, y sobrevivió tres años.
Se llamaba Sol, y era de raza británica, era el gatito más cálido que he conocido. Murió en mis brazos y lo quise hasta morir.
Adoro a los gatos.