Sagrado de Birmania, Un gato de leyenda

Un compañero sociable, mimoso y sensible, con una mirada profunda que penetra en el alma. No en vano es considerado un gato sagrado cuyo misterioso origen explica una bella leyenda que cualquier amante de esta raza da por cierta porque, al fin y al cabo, ¿a quién le importa el pasado de un compañero tan fiel?

Los orígenes del Sagrado de Birmania caminan entre el misterio y la leyenda. Apenas existen datos sobre el nacimiento de esta raza y son diversas las teorías que intentan explicar tanto su procedencia como su llegada a Europa. Para la mayoría, lo que parece claro es que este gato procede del sudeste asiático, en concreto de Birmania —donde se cree que eran custodios de los templos budistas—, y las primeras noticias que se tienen de su existencia en nuestro continente se remontan a los primeros años del siglo XX.

La hipótesis más extendida señala que fue el mayor Gordon Russell, de la armada británica, el responsable del viaje de esta casta a Europa. Parece que los monjes de Lao-Tsun obsequiaron a este militar con una pareja de gatos sagrados en agradecimiento a su protección, si bien hay quien apunta que fueron robados por un esclavo.

El macho fallecería en el viaje mientras que la hembra Sita, embarazada, llegaba a Francia en 1919 donde dio a luz a los cachorros de los que se supone desciende esta raza en occidente. Otra versión explica que fue un millonario americano el que obtuvo una pareja de estos gatos, durante un crucero por oriente medio, de un esclavo que los robó del templo de Lao- Tsun. El americano se los cedió a madame Thodde Hadich quien llegaría a Francia en 1920 sólo con la hembra embarazada, pues el macho fallecería durante el viaje. Sin embargo, la especialista en esta raza Simone Poirier opina que los primeros ejemplares nacieron del cruce entre un siamés con los extremos de las patas marcados en blanco y un gato de pelo largo, hecho que sitúa en 1923 ó 1924 en Niza.

En 1925 la raza fue reconocida oficialmente en Francia y, un año después, se presentó por primera vez en la Exposición Felina Internacional organizada en París por el Cat Club de Francia y de Bélgica. La gata «Poupée de Madalpour» es a la que se considera uno de los antepasados más importantes de esta raza.

Sagrado de Birmania Un gato de leyenda

UNA FIDELIDAD QUE LE HACE SAGRADO

Precisamente es en esta época cuando se empieza a difundir la encantadora leyenda que intenta explicar el origen de las peculiares características de este gato y que se atribuye a la novelista Marcelle Adam. Según cuenta la historia, los antepasados de la raza, mucho antes de la época de Buda, eran compañeros de los monjes kittah en Birmania. El templo Lao-Tsun estaba custodiado por un viejo y sabio sacerdote llamado Mun-Ha y bajo la guardia de cien gatos blancos sagrados de los que «Sinh» era el amigo y compañero del religioso. Mun-Ha profesaba una gran devoción por la diosa Tsun-Kyan-

Kse encargada de la transmigración de las almas y representada por una estatua de oro con ojos de zafiro que acabó atrayendo la codicia de los hombres. Un día el templo fue asaltado por bandoleros de Siam y, cuando el sacerdote se interpuso en su camino para impedirles robar la representación de su diosa, fue herido de muerte. En el momento en el que exhalaba su último suspiro, «Sinh» saltó sobre la cabeza de su amo y se produjo el milagro: su manto se volvió dorado como el cuerpo de la estatua; sus ojos, antes amarillos, se tornaron azul zafiro; sus patas, su cabeza y su cola se volvieron oscuras como la tierra birmana, mientras que sus pies se conservaron blancos, símbolo de pureza, recordando la cabellera plateada del venerable Mun-Ha. Animados por este fenómeno, el resto de monjes se enfrentaron a los bandidos y consiguieron salvar el templo.

Siete días después «Sinh» murió, llevando el alma del sacerdote a la diosa Tsun-Kyan-Kse y un segundo milagro se produjo en el templo: todos los gatos se transformaron adquiriendo la misma belleza que su compañero fallecido. Los sacerdotes kittah se reunieron para designar al sucesor de Mun-Ha y todos los gatos se acercaron en silencio rodeando al más joven de los monjes que fue quien tomó el lugar del viejo religioso.

Desde ese día, se les considera sagrados portadores pues llevan el alma de los sacerdotes a la diosa.

CONSOLIDACIÓN DE LA RAZA

El Sagrado de Birmania proliferó hasta que en la Segunda Guerra Mundial se encontró en serio peligro de extinción.

Sin embargo, pronto volvería a ocupar un lugar preferente en las exposiciones felinas gracias al esfuerzo de varias criadoras, entre ellas la señorita Boyer y la señora Simone Poirier. En ese momento se recurrió a algunos cruces con Persa para limitar la consanguinidad y poder recuperar el tipo morfológico que poseían estos

gatos antes de la guerra. Es en 1950 cuando la raza toma oficialmente el nombre de Sagrado de Birmania para evitar confundirla con el Birmano y el Burmés. Desde entonces, su proyección internacional ha sido meteórica: se introdujo en Estados

Unidos en 1960, en Alemania y Países Bajos en 1964, en Gran Bretaña en 1965… En este momento la raza está reconocida por la mayor parte de los clubes y asociaciones y goza del favor del público.

CARÁCTER Y CRÍA

El Sagrado de Birmania tiene fama de ser un gato muy inteligente con un carácter tranquilo y dulce. Se adapta con facilidad a la vida familiar ya que es un tipo muy sociable que comparte sin problemas su vida con otras mascotas si bien es muy posesivo con su dueño; necesita de los mimos y la atención de su protector al que acompañará siempre, incluso en los momentos más duros, pues se dice que es muy sensible. Moderadamente activo y juguetón, es muy fácil de educar: con paciencia y cariño no hay nada que un Sagrado de Birmania no pueda aprender. Le gusta involucrarse en las actividades de la casa y de su dueño aunque, cuando éstas se vuelven demasiado activas, se retira en silencio para disfrutar de una buena siesta. Con una voz muy dulce, cuando se le habla responde con un maullido suave y discreto.

Es un gato sexualmente precoz pues las hembras se reproducen a partir de los siete meses mientras que los machos lo hacen desde los ocho o nueve meses. Las crías del Sagrado de Birmania nacen completamente blancas; los points comienzan a aparecer al cabo de los días y están bien definidos cuando cumplen un mes. Sin embargo, es a los dos o tres años de edad cuando el contraste y la calidad de los puntos de color alcanzan su momento óptimo.

CUIDADOS

Conviene cepillar el pelo del Sagrado de Birmania al menos una vez por semana, algo que servirá para airearlo, eliminar los restos caídos y controlar la aparición de parásitos. Lo mejor es hacerlo con un cepillo que no sea de plástico ya que este material produce electricidad estática, lo que resulta muy estresante para el animal. En época de muda debemos aumentar los cepillados.

En cuanto a la alimentación, es fundamental que sea de calidad para mantener en buen estado no sólo su salud, sino también la textura y el color del manto. Debe recibir comida húmeda o pienso rico en proteínas y equilibrado en nutrientes aunque siempre se debe consultar al veterinario un plan de alimentación en función de la actividad del felino.

Por lo que se refiere a la salud esta raza no presenta problemas siempre que su dieta sea correcta, se cumpla con sus vacunas y con el calendario de desparasitación y su amo le proporcione los cuidados esenciales.

Es fundamental saber que las condiciones ambientales inciden en la coloración del manto. Así, un Sagrado de Birmania que viva en una zona fría y húmeda lucirá un manto oscuro mientras que uno que disfrute de calor y de los rayos solares tendrá un pelo más claro.

IMPERFECCIONES

Se consideran defectos graves las manchas blancas en las partes coloreadas o, al contrario, las manchas coloreadas en las partes blancas. Los guantes que suben en exceso tampoco son bien vistos, al igual que la ausencia de espuelas en los guantes de las patas posteriores. Por su parte, un dedo al que no cubre el guante y alguna zona blanca en las orejas, la máscara y la cola suponen la descalificación.

También se consideran imperfecciones los ojos que no sean azules, el estrabismo, un hocico largo, el manto oscuro y la cola con nudos y deformidades.

Texto: Patricia Lozano.

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