Un gato rebosante de color
Esta es una de las razas más hermosas que existen en la actualidad. Su aspecto salvaje, parecido a un pequeño zorro, le da un aire subyugador, sin olvidar la majestuosidad y elegancia propia de los felinos domésticos. Viajaremos por la personalidad y características de este felino y visitaremos también someramente el país del cual proviene su nombre, Somalia, descubriendo algunas perspectivas interesantes. Que el viaje sea grato.
Durante largo tiempo, en algunas camadas de Abisinios aparecían gatitos de pelo largo que los criadores descartaban de inmediato. Sin embargo, a partir de 1960 distintos criadores canadienses y la americana Evelyn Mague empezaron a mostrar interés por estos gatitos. En el año 1967, la señora Mague consiguió un cachorro de pelo semilargo y con él comenzó el desarrollo de esta nueva raza. Evelyn Mague decidió denominar a este original linaje Somalí, por su semejanza con Somalia, país colindante a Etiopía, del cual se cree que procede el Abisinio. A los Somalís también se les conoce como Longhaired Abyssinian.
La raza Somalí es admitida por la Cat Fanciers Association (CFA) en 1977 y aprobada por la Federación Internacional Felina (FIFe) en 1983.
SOMALIA
Entre los siglos II y VII de nuestra era, distintas zonas de Somalia pasaron a formar parte del reinado de Aksum, que era un sólido país dedicado al comercio, situado al noreste de África. Posteriormente, algunos clanes árabes se acomodaron en el Golfo de Adén, instituyendo un sultanato. Actualmente, la zona del Golfo de Adén es una ruta muy significativa para la transacción de petróleo, por lo que su importancia mundial está fuera de toda duda.
Pastores nómadas y somalíes emigran hacia lo que es Somalia hoy en día a partir del siglo XIII. Más tarde, franceses, británicos e italianos ocupan esta zona. La fusión de las regiones italianas y británicas, en 1960, conforma lo que es la Somalia actual. A este país,ubicado en la costa este de África, se le denomina, unido a Djibouti y Etiopía, el Cuerno de África. Es el país del continente africano con una costa más extensa, 3.025 kilómetros.

Posee maravillosas playas pero casi todas repletas de tiburones, lo que hace poco aconsejable la inmersión en sus saladas aguas.
El índice de población de Somalia es difícil de calcular debido a sus conflictos bélicos, pero se considera que está entre los quince y los veinticinco millones de habitantes. Aproximadamente, el sesenta por cien de la población está compuesta por pastores nómadas de ovejas, cabras, vacas y camellos.
Alrededor del veinticinco por cien son granjeros y el resto se establece en las ciudades. Lamentablemente, los conflictos bélicos que asolan el país desde hace años, han propiciado que miles de personas hayan escapado de Somalia; se deduce que el número de refugiados que ha huido a otras regiones se acerca al millón de personas.
El idioma más extendido es el somalí, aunque también se hablan dialectos del swahili. El árabe también está muy generalizado y los idiomas extranjeros más utilizados son el italiano y el inglés. La religión mayoritaria es la suní, que prohíbe beber alcohol y comer cerdo, así como los juegos de azar. Gran cantidad de mujeres utilizan el hiyab, más conocido como velo islámico, para esconder su rostro en sitios públicos. La palabra hiya, en árabe, significa «ocultar a la vista», «esconder» o «separar».
En la mayoría de Somalia el clima es semidesértico, muy caluroso. Se calcula que la temperatura media alcanza los veintisiete grados, mientras que las lluvias son escasas, no alcanzando 250 mm anuales. El norte del país está constituido por montañas y mesetas desérticas se encuentran al sur de Mogadiscio, bordeando los ríos que llegan de Etiopía.

Somalia está a la cabeza en cuanto a cría de dromedarios. De todos es conocida la adaptación de este camélido al desierto; sus tobillos y rodillas tienen la piel más dura para protegerlos a la hora de sentarse, tienen amplias pestañas que les resguardan los ojos de la ardiente arena y su giba está repleta de grasa y agua para cuando le sea necesario. Este animal es oriundo de la Península Arábiga aunque, actualmente, vive en distintas regiones, incluso en estado semisalvaje. En Australia fueron llevados, en el siglo XVIII, por expedicionarios ingleses y al Sahara llegaron en el período romano. Se le llama también camello arábigo o arábico.
En la flora somalí destacan el olíbano y el qat. El olíbano, denominado también francoincienso o franquincienso, es una resina olorosa del árbol Boswellia sacra. Se utiliza como goma de mascar. En las ceremonias religiosas también es empleado como incienso.
Según el Evangelio de Mateo 2,11: «… y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y, postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra». El qat es una planta psicoestimulante muy poderosa, sus principios activos son la catinona y la catina, entroncadas las dos con las anfetaminas.
Crece a gran altura y se suelen mascar las hojas verdes, de forma similar al tabaco.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL SOMALÍ
Nuestro protagonista felino, aparte de un ejemplar hermoso, es un gato inteligente, equilibrado y generalmente calmado, lo que no impide que sea travieso, juguetón y bastante activo. Pero centrémonos primero en sus peculiaridades físicas.
El Somalí es un gato de tamaño mediano a grande. Los machos pueden pesar hasta siete kilos y las hembras un máximo de cinco kilos y medio. Su cola singular le asemeja a un pequeño zorro. Es un felino de porte regio, siempre atento a cuanto le rodea.
Las camadas no suelen pasar de cuatro cachorros, que crecen lentamente. Alcanzan su tamaño y el color definitivo de su pelaje entre el año y medio y los dos años de edad aproximadamente. Habitualmente, los criadores no los entregan a su nueva familia hasta los tres o cuatro meses de vida, después de haber recibido las vacunas correspondientes y considerar que el gatito ha estado el tiempo necesario con su madre y en el ambiente adecuado para que sea un adulto equilibrado.

Nuestro felino posee una cabeza amplia y de pelo corto, proporcionada en cuanto al resto del cuerpo. Su mentón es firme y bien desarrollado y su hocico no excesivamente puntiagudo o, en todo caso, que no le dé aspecto de zorro. Sus orejas son grandes, discretamente afiladas y siempre atentas a cualquier sonido cercano. Sus ojos son expresivos y chispeantes, de forma almendrada y de considerable tamaño. Además se acentúa su belleza porque el pelaje de su alrededor, como envolviéndolos, es de tonalidades más claras. Sobre cada ojo y en la misma franja más clara, surge una delicada línea vertical más oscura. La tonalidad de los ojos es cobre, verde, dorado o avellana. Su cuerpo es armonioso, aristocrático y bien musculado.
El lomo, levemente curvo, le da un aspecto de felino siempre presto al salto. Más que el tamaño, se valora que el gato tenga un cuerpo proporcionado y con una simetría adecuada.
La cola es larga y de pelaje abundante, recordando a un zorro.
El pelo es semilargo, espeso, suave y agradable al tacto. Los colores son:
. Ruddy: el pelaje es rojizo o marrón anaranjado con motas o ribetes negros.
. Rojo: manto rojo con manchas marrones.
. Azul: capa azul grisácea con franjas más oscuras.

PERSONALIDAD DEL SOMALÍ
El Somalí es un gato activo, travieso, le encanta saltar y cazar cualquier juguete a su alcance.
Pero eso no es óbice para que también esté considerado un animal tranquilo y, sobre todo, cariñoso, obediente y dócil. Se lleva bien con otros animales ya que es un felino equilibrado y sociable. Sus maullidos son suaves, no se le puede considerar un gato maullador. Por su paciencia también es un buen compañerode los niños A pesar de su abundante pelaje, no tolera demasiado bien los climas fríos; le gustará disponer de un jardín para sus juegos pero no para vivir permanentemente en él. Es un gato para estar en familia ya que, además, buscará incansable la atención de sus dueños.
Aparte del cariño y los cuidados básicos, no necesita demasiadas atenciones complementarias, su hermoso pelaje estará bien cuidado con cepillados periódicos, salvo en las épocas de muda que requerirá una atención prácticamente diaria.
Es un felino sumamente curioso e inteligente, aprende rápido incluso a abrir cajones y armarios para esconderse dentro. También le gusta el agua, por lo que algunos ejemplares de esta raza se ejercitan en abrir grifos para jugar con ella. Por todos estos detalles, el Somalí no sólo es un compañero elegante y hermoso con el que convivir, si no, además, divertido y cariñoso para cualquier amante de los gatos.
Texto: Beatriz Moragues Pérez.

El Somalí no sólo es un compañero elegante y hermoso con el que convivir, si no, además, divertido y cariñoso para cualquier amante de los gatos